“Cara chica, cara grande, arrugados, viejos, manchados o dibujados. Tomamos tus dólares y al mejor precio”. Con esa leyenda, un supermercado lanzó este lunes 19 de agosto el “Dólar Diarco”, una alternativa de pagar las compras con moneda extranjera (en este caso dólar estadounidense) ya existente, con la particularidad de que aceptan billetes de cualquier monto y diseño.
La estrategia surgió en el marco de una crisis económica que afecta a la Argentina, donde en julio se registró la peor caída en el consumo de los últimos tres años, y es el séptimo mes de caída consecutiva (16,1% menor movimiento de compras respecto al mismo período del 2023) según la consultora Scentia. Al relevar el 100% de los hipermercados del país y 17.500 autoservicios, el derrumbe llega al 18,8% durante los primeros 11 días de agosto, y también es mayor en el interior del país: bajó un 17,1% la venta en los hipermercados y un 24,6% en autoservicios.
Tras conocerse la iniciativa de Diarco, se empezaron a plegar diferentes firmas supermercadistas de Rio Negro, Neuquén y Córdoba, ofreciendo sus propias cotizaciones y condiciones para la aceptación de los dólares en sus sucursales.
Los mayoristas Tehuelche, Vital y Yaguar ubicados en las provincias sureñas ya están recibiendo pagos en dólares, pero con algunas restricciones respecto al estado o el modelo del billete norteamericano.
Si bien las bebidas con y sin alcohol y los productos impulsivos (golosinas y snacks) son los productos que más retrocedieron (25,2% y 25,5%, respectivamente), la caída se registró en higiene y cosmética (20,9%), limpieza de ropa y hogar (17,9%), alimentos para desayuno y merienda (12,6%) y alimentos perecederos (7,3% menos ventas que en julio de 2023).
La cadena de mayoristas que nació en 1980 y tiene más de 50 sucursales en 19 provincias, habilitó esta opción de pago en todas sus sedes mayoristas. Si el pago es mayor al cambio, se puede completar con pesos en efectivo, débito, billeteras virtuales o crédito.
De esta manera, el cliente puede pagar con billetes dañados o manchados que generalmente no son aceptados en los bancos, o con los “cara chica”, que en el mercado informal se les resta entre un 10% y 20% a su valor nominal. Además, cuenta con una cotización por encima de los tipos de cambio existentes. Este martes 21 de agosto, por ejemplo, Diarco recibía los dólares a un cambio de $1.400, mientras que el dólar MEP cerró a $1.292, el blue a $1.355 o el dólar Nación (el elegido por otras cadenas de supermercados para hacer el cambio) a $963,50.
¿Ventaja o pérdida de ahorro?
“Es una estrategia para la clase media baja que ahorra en dólares, y ante una recesión vuelca esos billetes al consumo”, explicó Micaela Bevilacqua, licenciada en Economía por la Universidad de Entre Ríos (UNER). En diálogo con UNO, la economista consideró que es una medida “bastante lógica” ya que se relaciona con la publicación del Banco Central (BCRA) que “incentiva a la gente a deshacerse de esos dólares cara chica o manchados”.
Asimismo, sostuvo que la promoción de pago “tiene limitaciones”, y detalló: “La gente es reticente a vender dólares en este contexto incierto y con fuertes expectativas de devaluación”.
Ese escenario con “recesión económica, castigo a la actividad, y un aspecto normativo que permite que empiecen a circular dólares en mal estado -advierte Bevilacqua- la hace una promoción temporal, porque los ahorros se terminan en algún momento”. Por eso, en la medida que los ingresos económicos de los hogares y los salarios “no retomen un sendero de crecimiento o por lo menos de recuperación, esto es paliativo y de corto plazo”.
“Más marketing que economía”
Claudio Coronel es contador público, magister en desarrollo socioeconómico y especialista en desarrollo industrial. También trabaja como profesor de Macroeconomía e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas (Fceco) de la UNER. Coincidió en que es una promoción que “no impulsa demasiado la demanda” debido al contexto de caída del sector y la economía nacional, y aseguró que “puede generar un impulso en el consumo” pero solamente a través de personas “que quieren desprenderse de este tipo de billete” de dólar (manchados, rotos o cara chica).
“Por ejemplo, algún comerciante minorista que puede tener dólares ahorrados y que prevé un posible aumento de la demanda o se están quedando sin stock. O también quienes no tienen cómo comprar y van al ahorro para hacer una compra en el supermercado”, afirmó a este medio. En ese sentido, precisó que “no es una promoción, sí es una campaña de marketing muy inteligente”.
La propuesta del supermercado corre en sintonía con las declaraciones del ministro, en este caso destinando los ahorros para la compra del mes. Sin embargo, no debe ser tenido en cuenta como una dolarización de economía argentina, remarcó Coronel. El economista precisó que el país “está lejos de una dolarización. Argentina ya tiene problemas muy graves respecto a los dólares que le faltan para pagar sus obligaciones y el comercio exterior”.
Fuente: UNO Entre Ríos.