Argentina falló un sinfín de ocasiones a lo largo de los 90 minutos y debió esperar hasta casi la última jugada del encuentro para llevarse el triunfo en Nueva Jersey con el gol de Lautaro Martínez. Antes de ese festejo, Emiliano Dibu Martínez fue clave para sostener su arco en dos avances muy claros de la Roja.
El vigente campeón del mundo y del continente, cerrará la zona el próximo sábado 29 de junio ante Perú en el Hard Rock Stadium de Miami, mientras que Chile enfrentará a Canadá el mismo día en el Exploria Stadium de Orlando. Ambos cruces comenzarán a las 21 (hora argentina).
El buen cerrojo defensivo de Chile frenó la gran mayoría de avances de la Argentina, salvo pequeñas situaciones generadas por el talento de Lionel Messi o la astucia de Nicolás González para desbordar y ceder un pase rasante seguido de un remate sin dirección de Julián Álvarez. Toda la etapa inicial estuvo marcada por las alarmas encendidas por Leo, ya que pidió atención médica a causa de una molestia física y sembró preocupación en la Albiceleste.
La Selección siempre tuvo el control del partido, o casi siempre. El segundo tiempo fue una continuidad del primero, sobre todo los primeros 25 minutos. Un monólogo con toques, paciencia, triangulaciones, pero el problema fue que Bravo, el arquero más longevo de la historia de la Copa América con sus 41 años, se convirtió en héroe. Primero le tapó un zapatazo mano a mano a Molina y luego le sacó el grito a Nico González con la ayuda del travesaño.
El conjunto de Lionel Scaloni pareció sentir el impacto de tener todo y no tener nada. Se desconcentró, la salida de Nico González partió el retroceso por la izquierda, Gareca le jugó por ahí y dos desbordes, terminaron en dos remates tremendos de Rodrigo Echeverría, el volante de Huracán, que si no fuera por el enorme Dibu Martínez, la noche hubiera terminado de otra manera.
El arquero revivió al equipo. Scaloni movió el banco con los ingresos de Di María y Lautaro que tardaron en entrar en sintonía, pero cuando lo hicieron la Selección lo hizo valer. Intentándolo hasta el final, parecía que no era la noche cuando Bravo le sacó el gol olímpico a Messi, pero en el replay de otro corner llegó ese gol sucio, que no es digno de este gran equipo que tiene Argentina, pero que se disfruta y cómo. Porque Lautaro aprovechó ese rebote y a cobrar, para seguir con ese aura positiva de este grupo que quiere más historia.
Lautaro Martínez, el hombre de la victoria agónica. “Estos partidos siempre son así. Tenemos que seguir por el mismo camino, afrontando los partidos del mismo modo porque van a ser así de difíciles. Se complica cuando se nos cierran tantos, pero al fin y al cabo sacamos los tres puntos y eso es lo importante”, dijo el autor del único gol del partido.
