Mediante un duro comunicado, la Unión Argentina de Salud (UAS) advirtió que hay más de 5.000 centros que están “al borde de la quiebra” y que se cuestiona la posibilidad de abonar a los trabajadores sus salarios “en tiempo y forma” luego del conflicto entre las prepagas y el Gobierno nacional, donde se produjeron “aumentos excesivos” en las cuotas.
Según indicaron los prestadores, “el sector no tiene ya márgenes para enfrentar ni siquiera el corto plazo. Más de 5.000 establecimientos de salud podrán ser plausibles de ejecuciones por parte de la AFIP a partir del mes de agosto, como consecuencia de deudas previsionales e impositivas”.
Por otro lado, se destacó que las decisiones tomadas por la actual gestión nacional y sus predecesoras “sumergieron al sistema de salud en una crisis sin precedentes” y acotaron: “El conjunto del sistema -prestadores y financiadores- está atravesando desde hace décadas un dramático desfinanciamiento” y subrayaron que la ecuación económico-financiera de las entidades “está rota” y “se requieren medidas urgentes para evitar un colapso total”.
“El capital humano es el recurso más importante de este sector. No poder afrontar en tiempo y forma su costo implicará poner en riesgo la continuidad de las instituciones y un empleador que desaparece cambia el eje de la cuestión: de mantener el salario real, la preocupación pasa por el drama de mantener el puesto de trabajo”. En este marco, la UAS hizo un llamado al Estado nacional para aportar una solución: “Nos es imposible quedarnos callados frente a la responsabilidad que tenemos con los argentinos que vienen a atenderse a nuestras instituciones y que -de no modificarse urgentemente- se verán afectados directamente”, concluyeron.
Cabe destacar que, a raíz de un acuerdo judicial con el Gobierno nacional, las empresas de medicina privada se comprometieron a devolver en un lapso de 12 meses lo cobrado por encima de la inflación de enero y abril. En este contexto, se consensuó también que las cuotas se actualizarán por la tasa pasiva del Banco Nación y, a partir de julio, los aranceles podrán ajustarse “libremente”. Por este motivo, las empresas comenzaron a comunicar el incremento en las cuotas que superará el 4,2%, aunque hay algunas que ya adelantaron que los incrementos serán entre el 6,7% y 8,5%.