Lejos de bajar el tono para encontrar un camino de consenso, el presidente Javier Milei subió la escalada de tensión con los mandatarios provinciales y les dejó una frase que habla por sí sola: “Si es necesario, voy a hacer llorar a los gobernadores”.
Además de repasar la agenda legislativa durante el encuentro de Milei con sus diputados, encabezados por el presidente de la Cámara Martín Menem, y de analizar las variables económicas, el presidente aprovechó para volver a disparar con munición de alto calibre contra los gobernadores provinciales, con quienes mantiene un duro enfrentamiento.
Luego de que se cayera la ley ómnibus los trató despectivamente de “traidores” y les quitó los subsidios al transporte, luego les recortó los fondos coparticipables, lo que origino la “guerra” con Chubut, cuando su gobernador, Ignacio Nacho Torres, se paró de manos y lo amenazó con “cortar el suministro de gas y petróleo”, esa asonada contó con el apoyo de todos los mandatarios (salvo Tucumán) y cerró con un fallo a favor de la provincia patagónica por parte de la Justicia federal.
“Si es necesario, voy a hacer llorar a los gobernadores”, dijo ayer Milei ante 37 diputados que rápidamente corrieron a contar esa frase ante los periodistas acreditados en la Casa Rosada, lo que volvió a levantar polvareda en la batalla con las provincias, que se asemeja a la vieja pelea entre unitarios y federales.
Lo cierto es que fueron los gobernadores dialoguistas, que en pie de guerra luego de los furibundos ataques tuiteros del presidente, los que pidieron a sus senadores que presenten un pedido de sesión especial en el Senado para tratar la legalidad del mega DNU. Si bien aún no hay fecha, todo indica que la vicepresidenta Victoria Villarruel daría el okey para tratar el tema, que será una rotunda derrota para el Poder Ejecutivo.
Luego quedaría Diputados (ya que si al DNU lo rechaza el Senado la comisión bicameral devendría en abstracta) y ahí nuevamente serán los diputados de las provincias, que mayoritariamente responden a los gobernadores, los que decidirán a suerte o verdad el futuro del decreto de necesidad y urgencia.
Cabe aclarar que con el bloque de Unión por la Patria declaradamente en contra, estarían faltando unos 30 diputados para darle el golpe final a los intentos del libertario de conducir por decreto y dejando al Congreso sin atribuciones.
Cuando en los círculo mas cerrados y de peso político se habla de Asamblea Legislativa, Milei sigue derrumbando puentes y cada día está mas solo.
Ya casi parece viejo aquel intento de reunión con el ex presidente Macri de la semana pasada para rearmar un esquema de cogobernabilidad o cohabitación (como gusta decir a los franceses) para darle un nuevo impulso al gobierno.