Un hombre que recorría su campo en la zona de Santa Ana, en el departamento Federación (Entre Ríos), se encontró con un nido de teros y observó algo que lo sorprendió. Según relató, en el nido pudo ver a cuatro pichones de teros, dos de los cuales eran albinos.
Así lo reflejó Norberto al mostrar las fotografías de los pichones de teros, totalmente blancos y sin los colores marrones, grises, negros y blancos, característicos de este tipo de aves.
Según contó, los teros albinos fueron hallado en una plantación de sandías del norte entrerriano.
El productor indagó sobre el extraño fenómeno y estimó que se trataba de casos de albinismo en aves. Se trata de una mutación genética que se manifiesta por la falta de una enzima esencial para producir melanina.
La falta de melanina (que determina la pigmentación) significa que el ave carece casi por completo de color, tanto en las plumas como en piel y ojos.
Las aves albinas suelen tener, además del plumaje blanco, ojos rosados o rojizos, pico y patas pálidas, así como también la piel.
El veterinario y observador de aves, Néstor Maltempo, fue consultado por NoticiasChajaríAr y se refirió a los teros albinos de Santa Ana.
“Lo más probable es que no sean albinos, sino que tengan leucismo, que es otro trastorno melánico (de pigmentación) que puede ser total o parcial”, dijo el especialista.
El leucismo es una condición genética poco frecuente, manifestado como la ausencia total o parcial de la coloración en la piel, el pelo o el plumaje, como resultado de una deficiencia en el depósito de melaninas.
El leucismo es una alteración en la producción de la melanina, la ausencia de este pigmento puede expresarse de manera total o parcial en el plumaje del ave.
Noto Ambientales