Será un viernes histórico para Los Pumas porque volverán a jugar por tercera vez en la historia una instancia de semifinales de un Mundial de Rugby Francia 2023 ante la respetada Nueva Zelanda. También será histórico para Marcos Kremer que a sus 26 años intentará meter al seleccionado argentino en una final.
Calificado hasta aquí como el mejor jugador de Los Pumas en lo que va del Mundial, el tercera línea está considerado también dentro del equipo ideal de este certamen de Francia, que lo posiciona como un antes y después en su carrera deportiva.
Pero la historia de Kremer empezó mucho antes, cuando con apenas 13 años fue invitado por un amigo de la escuela a practicar rugby en el club Los Espinillos de Concordia, donde permaneció casi tres años. Allí lo recibieron como técnicos Cristian Fernández, Andrés Piñol y Pablo Valiente, quienes le inculcaron la disciplina en la práctica del deporte, pero también empezaron a ver a un chico que no tenía techo.

Ovación charló con dos de los formadores del nuevo jugador de Clermont de Francia para conocer cómo fueron sus inicios. “Marcos llegó en 2011 con Sebastián Dupont, un compañero de la escuela, que actualmente es jugador de Primera División del club. Llegó con la idea de participar, ahí arrancó en el club esta carrera tan importante que tiene hoy en día a nivel mundial. Fue partícipe de varios años, de algunos campeonatos”, rememora Valiente.
“A Marcos me lo pasó Andrés Piñol, que era el entrenador en ese momento de los infantiles. Me acuerdo que lo ponían en una posición que para la categoría no tenía mucho sentido, jugaba de segunda línea en un en una división que no prevalecía el empuje porque era todo limitado. Le digo a Andrés, ‘lo voy a poner en tercera línea, lo voy a poner de octavo’. Lo que es, porque hoy en día juega de tercera línea en Los Pumas. No me falló el ojo en ese momento ja”, recuerda Fernández.
“Veíamos que era un chico de 1,70 metros con 13 años y ya sabíamos que el tamaño iba a ser mucho más grande todavía. Hasta ese momento era un flaco alto que teníamos que ver qué podíamos sacar de él. Hicimos un buen trabajo durante los primeros años, después continuó su trabajo en un período corto en el club Salto Grande hasta que se fue a Plaza y ahí ya despegó un poco más. Después vino la carrera que ya casi todos conocemos”, contó Valiente.
Al mismo tiempo, Fernández destacó su potencia física y su entrega. “Siempre prevalecía su tamaño, era muy grande aparte era muy fuerte y potente. Siempre lo hablábamos con los chicos que laburaban en el club, era el distinto. Sabíamos que ser dúctil no era lo de él, pero lo que hoy es Marco en Los Pumas, así era jugando en Los Espinillos. Un tipo que entregaba todo en el club, que no daba ninguna pelota por perdida. Siempre tuvo esa vehemencia por taklear, un tipo muy completo”, valoró.
Al mismo tiempo, los dos entrenadores destacaron que su disciplina lo llevó a estar en la escena de la elite del rugby mundial. “Aprendió y evolucionó muchísimo durante los años. Es un jugador que tuvo mucha disciplina desde el minuto uno. La disciplina fue lo que lo llevó a estar donde está. Era un pibe que empezaba 15 minutos antes poniéndose los botines. Entraba desde el primer minuto de la práctica o el partido concentrado y sabiendo lo que iba a hacer dentro de la cancha”, contó Valiente.
Y aportó Fernández: “Tuve un gran entrenador cuando era juvenil, Claudio Coquet y me dejó muy marcado todo lo que es la disciplina, el respeto, la humildad, el carácter de buena manera. Cuando me tocó estar como entrenador pude aplicar todo eso con los chicos, generarle un hábito, responsabilidad de compromiso no solo para con sus compañeros, sino que el compromiso con ellos mismos. De estar comprometidos con entrenarse, con ser responsables, pacientes. El rugby es un deporte que te enseña un montón de cosas”.
Fernández, que transita su última etapa como jugador del Rojo, recordó una charla que tuvo con los padres de Marcos cuando era su entrenador. “Me acuerdo de una charla que habíamos tenido con los padres de Marcos, hacíamos pollo para vender y cubrir los gastos de los chicos, los viajes y demás. Me acuerdo que les dije a los padres que lo apoyen porque él iba a llegar. Les dije ‘Marcos va a ser un Puma, apoyenlo’. Recuerdo que la mamá me decía, ‘no, pero tiene que estudiar’ y les decía que ‘claro que tiene que estudiar, pero Marco tiene todas las condiciones para llegar a ser un gran jugador y va a ser un Puma’. Siempre me quedé con eso”, dijo. Y agregó: “Ahora lo miro en la tele y qué loco que esté jugando a ese nivel. Era un distinto y ni hablar de lo que es porque se nota todavía sigue siendo el Marcos compañero, que siempre estuvo para su club, para sus amigos. Muy orgulloso de haber formado parte de sus primeros pasos en este deporte”.
Y resaltó Valiente: “A nosotros se nos pone la piel de gallina cada vez que lo vemos entrar porque con Marcos hemos compartido, no solamente de la parte deportiva, sino que nosotros somos un club que todavía seguimos y como todo en etapa de crecimiento, recuerdo que con Cristian y con Andrés es que éramos los dos que estábamos con él como entrenadores, hacíamos distintas ventas para poder viajar. Tuvimos un viaje a Córdoba muy importante de ese año y conozco un poco más allá la parte deportiva, compartimos con la familia el poder hacer una venta para poder generar el costo del viaje, como ir al campo de ellos a cortar leña. Muchas cosas que hemos compartido durante muchos años con la familia. Es un orgullo para nosotros, como persona y para el club, que tenemos un jugador que está dentro del 15 mundial sin ninguna duda”.
Luego de la clasificación al pase a las semifinales tras vencer a Gales mantuvieron una charla a modo de retribuir su felicidad. “El domingo hablé con él, felicitándolo por lo hecho. Marcos ha estado presente siempre porque ha colaborado en algún momento con el club, siempre brindándose, mandando saludos y para nosotros todo eso es importantísimo”, contó Valiente. Y precisó Fernández: “En Los Pumas se destaca, en el club que esté se va a destacar porque tiene esa vehemencia de ir para adelante, de no dar pelotas por perdida y eso te hace un jugador diferente. Hace poco escuché a Juan Martín Hernández y decía qué lindo sería tener contra los All Blacks 15 Kremer. Sería genial porque nadie soportaría tantos tackles”.
Por último, dos de sus formadores iniciales volvieron a resaltar sus condiciones y su don de buen competidor. “Marcos nos representa a todos, realmente es un orgullo verlo jugar. El pibe apareció un día en el club y después a lo largo de su carrera, pasando por distintos clubes, cumplió y con la trayectoria que tiene hoy que está dentro del 15 mejores jugadores de un equipo mundial, porque es uno de los mejores alas. Para nosotros como institución y el legado que queda para todos y la enseñanza es importante”, aseveró Valiente.
Y cerró Fernández: “Marquitos nos marcó a todos y nos enorgullece, verlo en la tele es algo muy placentero. Las veces que ha venido, se ha acercado al club, ha estado con nosotros, se ha sacado fotos con los chicos que claramente hoy en día es un estandarte para todos los chicos que practican este deporte. Todos queremos una foto con Marcos”.
Diario UNO