Una denuncia impactante presentada por la ONG RACTES saca a la luz una controvertida actividad en las aguas del río Paraná. La organización afirma que se ha descubierto un barco llamado “Nave Nodriza” que lleva a cazadores extranjeros a cazar patos autóctonos a lo largo del río, desencadenando un escenario que contradice los avances judiciales y ambientales recientes.

Según RACTES, esta actividad denunciada está respaldada por el gobierno provincial, a pesar de que un fallo emitido en 2022 reconoció a estas aves como seres sintientes. Las especies autóctonas de patos que son protegidas legalmente, como consecuencia de este fallo, son precisamente el objetivo principal de los cazadores extranjeros que llegan a la provincia, ignorando las leyes y resoluciones.
La caza de estas aves se habría intensificado con la llegada de esta “nave nodriza”, que opera bajo el pretexto de turismo cinegético. Esta embarcación transporta a cazadores extranjeros a sitios de caza y coloca a los animales en una posición de desventaja. La Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres ha levantado su voz en protesta, denunciando este ciclo de caza masiva de aves autóctonas.
Los resultados devastadores de esta caza indiscriminada son evidentes: decenas de cadáveres de patos autóctonos se encuentran esparcidos a lo largo de los caminos. La biodiversidad y la salud ambiental se ven amenazadas debido a la contaminación por plomo de las municiones utilizadas en estas cacerías, dañando irreparablemente el ecosistema y poniendo en riesgo la salud de la población.
A pesar de un fallo histórico que reconocía a estas aves como seres sintientes y prohibía su caza, la actividad continuó. Esto ha llevado a la RACTES a alertar sobre la proliferación de masacres de aves silvestres protegidas, con escaso control por parte de las autoridades provinciales y el aval del gobierno. Además de Entre Ríos, la preocupación se extiende a las provincias vecinas de Santa Fe y Corrientes, donde la presencia de la “nave nodriza” también ha sido detectada.
El fallo del año pasado que consideró a las aves como seres sintientes llevó a la prohibición de la caza de especies autóctonas en la mitad de la temporada. A pesar de este progreso, las cacerías continúan en contra de la ley y de la ética, lo que ha llevado a la RACTES a presentar una nueva denuncia. Un grupo de ocho fundaciones y organizaciones ambientalistas han dirigido un llamado al ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, para intervenir y detener la caza indiscriminada que amenaza la biodiversidad y la integridad ambiental en Entre Ríos. La denuncia conjunta exige la responsabilidad del gobierno provincial y pone en cuestionamiento la protección de intereses económicos por encima de la salud del ecosistema y la población.
El recurso de amparo a favor de las aves
En mayo de 2022, la Dirección de Recursos Naturales de la provincia de Entre Ríos habilitó mediante una resolución la temporada de caza menor y permitió la caza de cinco especies de aves autóctonas además de la liebre: sirirí pampa, el sirirí colorado, el pato Picasso y el pato capuchino, todas estas especies de patos migratorios, el inambú común (perdiz) y la liebre.
“Lo que quedó habilitada en esa época fue la caza en distintos puntos del territorio entrerriano y nosotros presentamos ante la Justicia de la Provincia un recurso de amparo para que se derogue esta resolución debido a que no contaba con una fundamentación técnico-científica sobre los estados poblacionales de las especies cuya caza querían habilitar. Esto lo exige la ley”, explica Gabriel Bonomi, miembro de la ONG CEYDAS (Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres) y de la Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres.
El juez aceptó el recurso de amparo, luego se hicieron las respectivas audiencias. Allí, Bonomi resalta que “estuvo claro que el gobierno provincial no sólo que no contaba con ningún tipo de estudios acerca de las especies sino que además no tiene la capacidad para controlar ni fiscalizar la actividad. Esto anuló la medida que avalaba la cacería y se la declaró inconstitucional. Por primera vez en la historia del derecho argentino, el juez determinó que las aves silvestres que se pretendían habilitar a la caza son especies sintientes, seres con capacidades de sentir. Esta fue la primera vez también que se deroga una resolución que habilitaba la caza en nuestro país”.
Pese a ello, los cotos de caza continuaron, por lo que la RACTES ahora alerta que se están produciendo grandes masacres de las mismas especies de aves silvestres protegidas “sin el más mínimo control por parte de las autoridades provinciales, usando plomo y con aval de la Provincia”, aseguran. Y sostienen que “lo mismo estaría ocurriendo en Santa Fe y Corrientes, habida cuenta de que se ha detectado la presencia de un barco llamado nave nodriza, que navega por las aguas del río Paraná llevando a los cazadores al lugar”, dice Bonomi.
Fuente Infobae