Los argentinos tenemos una oportunidad histórica. Después de décadas de fracasos en las que los mismos de siempre se repartieron el poder, hoy tenemos la oportunidad de hacer algo distinto. Dar vuelta esta triste página de nuestra historia.
Empezamos el siglo XX siendo el país más rico del mundo y durante cien años hemos visto como lentamente los políticos, con la excusa de la Justicia Social, se iban apropiando de nuestra riqueza para repartírsela entre ellos. Mientras los argentinos éramos cada vez más pobres.
Del país de los inmigrantes al país del que nuestros chicos quieren huir. De tener la moneda más fuerte del mundo a décadas de inflación constante. Del granero del mundo a que nuestra gente se muera de hambre. Argentinos muriéndose de hambre porque no tienen para comer.
Todos nuestros problemas tienen la misma raíz: una clase política que sólo se preocupa por sus propios intereses. Políticos, jueces, sindicalistas, empresarios, periodistas que trabajan todos los días para que nada cambie. Para que todo siga igual. Porque el status quo les sirve.
Nosotros venimos a romper ese status quo. Venimos a terminar con este modelo que solo beneficia a los políticos y sus amigos. Venimos a defender las ideas de la libertad que son las únicas que pueden traer prosperidad a nuestro país. Venimos a cambiar las cosas en serio.
Esta elección que tenemos por delante es tal vez la más importante desde el retorno de la democracia. No hay margen para seguir insistiendo con más de lo mismo. Si seguimos por este camino tenemos la certeza de que seremos la villa miseria mas grande del mundo. No hay otro destino.
La única posibilidad de evitar ese destino de pobreza para nuestro país es con un cambio profundo, de raíz, que vuelva a abrazar las ideas de la libertad, que son las ideas que hicieron grande este país. Esa es nuestra lucha. Hacer Argentina Grande otra vez.
La pregunta central que tenemos que hacernos es esta: ¿queremos seguir así o queremos hacer algo distinto?
Durante meses me han tildado de loco por proponer un camino distinto para nuestro país.
Locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados distintos.