Federico Bruno, el bravo corredor oriundo de Concordia y que cumplirá 30 años el próximo 18 de junio, acaba de dar un nuevo paso hacia la historia grande del atletismo argentino, en la noche de este viernes 21 de abril. En un esfuerzo demoledor y casi solitario, en un territorio mítico como es la pista de la Universidad de California, en Stanford, recuperó para la Argentina el récord sudamericano de una de las distancias clásicas de la programación atlética: los 5.000 metros llanos.
Su registro de 13 minutos, 11 segundos y 57 centésimas le dieron, con amplitud, el primer puesto de su serie del clásico meeting Payton Jordan Invitational y dejaron atrás el tope regional que el brasileño Marilson Gomes dos Santos mantenía desde el 8 de junio del 2006 en Kassel (13:19.43). Bruno produjo una notable superación personal –su antecedente en la distancia era 13:31.42 desde hacía cuatro años en Torrance, también en California- y batió el récord argentino que Antonio Silio había fijado el 17 de julio de 1991 en el Estadio Olímpico de Roma con 13:19.64.
Bruno inscribe así su nombre junto a otros de los grandes fondistas argentinos que a lo largo de un historial de más de un siglo se apoderaron de este primado (entre ellos Juan Carlos Zabala, Raúl Ibarra y Osvaldo Suárez), consignó CADA.
“Fede estaba confiado, llegó muy bien entrenado. Y aquí se corre en condiciones óptimas, por una organización impecable y un clima ideal, sin viento”, comentó el profesor Fernando Díaz Sánchez, jefe técnico del área de fondo de la CADA, quien acompañó a Bruno en esta “expedición” a California. “Ya es la quinta vez que vengo a competir en la primavera de California –contó Bruno- y siempre me fue bien, por eso lo aconsejo. Por el nivel de competencia, por el clima y la calidad de las pruebas, es un lugar ideal para buscar marcas”.
Sin embargo, había un contratiempo: las liebres se dispusieron para un ritmo algo más lento que el que pensaba correr el argentino (8m.8s. para los 3.000, le informaron). Por lo tanto, decidió encarar él directamente el esfuerzo y la búsqueda de las marcas. Después de una salida cautelosa, se plegó a las “liebres” solo hasta los 500 metros. De allí en más, Bruno “tiró” toda la carrera y se fue alejando del pelotón, en la búsqueda de su propia marca. Sus parciales fueron de 7m.54s. al paso de los 3.000 –que ya anticipaban su gran producción- y 10m.36s en el cuarto kilómetro, cerrando con un ritmo de 2m.35s para el último km. Se había largado a las 20.05 hora local (las 0.05 del viernes en la Argentina). Un rato antes, la venezolana Joselyn Daniely Brea había consumado una hazaña similar: al ganar los 5.000 metros femeninos con 15:05.56, batió el récord sudamericano que estaba en poder de la brasileña Simone Alves da Silva (15:18.85 desde el 20 de mayo del 2011 en Sao Paulo).