Joaquín Sperani era un chico de 14 años nacido y que vivía en la ciudad de Laboulaye en la provincia de Córdoba. Se encontraba desaparecido desde el pasado 29 de junio y en las últimas horas su cuerpo fue hallado sin vida. La sorpresa del hecho se extendió al conocerse que el principal sospechoso de la muerte es su mejor amigo, un joven de apenas 13 años.
Joaquín desapareció el pasado 29 de junio luego de arribar a su colegio en su ciudad natal y estacionar su bicicleta. Eso fue lo último que se supo de Sperani con vida ya que sus compañeros de curso no llegaron a cruzarlo. Es así que se desplegó un fuerte operativo para dar con su paradero y el domingo 2 de julio un grupo de vecinos se sumó a la policía para encontrar al adolescente.
“Nos juntamos los vecinos en la puerta de la comisaría. Queríamos colaborar. En eso sale uno de los efectivos y nos dicen que podemos ayudar panfleteando, buscando casa por casa. Y eso hicimos. Ellos estaban con drones y no sé cuántas cosas más desde el jueves. Nosotros, humildemente, empezamos a caminar. Duró poco nuestra búsqueda, a los cinco minutos lo encontramos”, relató Juan, uno de los vecinos que se sumó a la búsqueda.

El cuerpo fue encontrado en una casa abandonada, en medio de unos escombros y con lesiones en la cara y cabeza, por este vecino junto a dos primos de la víctima. En la autopsia se determinó que el deceso se dio como consecuencia de un traumatismo de cráneo, sufriendo un daño encefálico que le provocó la muerte inmediata, luego de recibir más de 10 golpes en la cabeza.
“Estábamos caminando con dos primos de él y pasamos por una casa abandonada. Nos metimos. Apenas entramos, vimos el cadáver. Los primos empezaron a gritar. Fue una película de terror. Alrededor había escombros, como si alguien los hubiese tirado a propósito”, describió el vecino.
El principal sospechoso del crimen es un amigo de Joaquín, tiene apenas 13 años. “Este chico es un psicópata. Era amigo de toda la vida de Joaquín, hicieron la Primaria juntos, cumpleaños. Como familia íbamos al campo de ellos. No había nada que nos llamara la atención”, dijo Mariela Flores, madre del adolescente asesinado, en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias Télam y sostenidas por el padre de la víctima quien describió al sospechoso como “uno más de la familia”.

El intendente de Laboulaye afirmó que el joven sospechoso confesó el crimen luego de que se descubriera que tenía el celular de su amigo y no pudo explicar por qué. Además, en una imagen de cámaras de seguridad se puede ver como los dos adolescentes no ingresan al colegio. Sin embargo, aún no hubo reportes oficiales de autoridades judiciales de cómo está la situación del caso y la madre de Joaquín, en medio de un profundo dolor, aseguró que para ella “hay algo más” detrás del crimen de su hijo.