A finales de la semana pasada, la Secretaría de Energía dispuso un aumento del 8,54%, retroactivo al 1 de abril, de los precios máximos de referencias de las garrafas de gas de 10, 12 y 15 kilos para fraccionadores, distribuidores y venta al público, así como el butano y el propano para los productores adheridos al programa Hogar.
En este sentido, el presidente de la Cámara Argentina de Gas Licuado, Pedro Cascales dialogó con LT15 para detallar los fundamentos del aumento aunque aclaró que los nuevos precios siguen siendo a pérdida para el sector. “La situación es muy critica, venimos reclamando los aumentos desde hace un tiempo. Este aumento achica un poco la parte operativa pero todavía no alcanza la diferencia de pérdidas que tenemos. A eso se suma una deuda del gobierno de 4500 millones desde el año pasado para evitar que suba el precio de la garrafa”, explicó.
“Este es un sector de inversión intensiva con compra y reparación de camiones y garrafas constantemente. Es una situación desesperante porque no tenemos potestad de modificar ni precio de compra, de venta o los salarios que están fijados por una paritaria. Si no resolvemos esto, vamos a quedarnos como países que tienen la energía pero no pueden usarla por la destrucción de la industria”, contó Cascales dejando en claro que la postura del sector será seguir reclamando nuevas medidas al gobierno nacional.

Por otro lado, advirtió respecto a cómo puede llegar a ser la situación en un futuro si no hay mejoras. “Todas las empresas se han endeudado y eso en algún momento tiene un límite que esperemos que no llegue porque cuando las empresas no puedan operar, dejarán de abastecer o reducirán la distribución y los precios para adquirir esta energía se dispararán. Hoy una garrafa tendría que estar entre 2500 pesos para cubrir y 3000 para tener una rentabilidad, el doble de lo que cuesta actualmente. El problema nuestro se enmarca en todo el común de lo que sucede en el país”, destacó.
Finalmente señaló que en Argentina actualmente hay una repartición del 55 por ciento de gas natural y 45 de envasado. El Gran Buenos Aires y el Gran Rosario son grandes consumidores del gas envasado a lo contrario de lo que se piensa según relató Cascales, quien además destacó que Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco tienen un cien por ciento de gas envasado.