Personal del Servicio Penitenciario de Victoria descubrió en una de las celdas de la Unidad Penal 5 ocupada por seis internos, un pozo de un metro de profundidad aproximadamente donde escondían celulares. Estos dispositivos estaban de manera ilegal en el lugar y eran utilizados para hablar con familiares, organizar delitos y largas transmisiones por videollamadas.
Luego de algunas sospechas y una serie de investigaciones, el pasado viernes 25 de febrero el propio director del penal, José Osuna y otro uniformado, despejaron la celda 28, trasladaron a los seis internos hasta otro sector de la cárcel. Allí se inició el análisis centímetro por centímetro. En esta oportunidad, se consideró necesario monitorear el piso, y fue así que con bastante trabajo, lograron levantar cerámicos y baldosas.
Tras cavar por casi un metro, se descubrió un pequeño túnel en el cual había una vieja remera que envolvía una bolsa que había sido quemada en los extremos, para evitar el ingreso de la humedad o agua. Allí había un celular bastante nuevo, con la capacidad de comunicación actualizada y funcionando a pleno. Involucrados en la investigación están tres internos de Paraná y el resto de Victoria y Gualeguay, completando los seis alojados en la celda en cuestión.
La situación fue comunicada a la Justicia y se abrió el expediente correspondiente para avanzar en el caso. Sería uno de los internos de Paraná de 23 años, quien habría ingresado el dispositivo que, si bien el uso de celulares dentro de las cárceles está prohibido, por autorización del Superior Tribunal de Justicia en Entre Ríos, y de la Cámara de Casación Nacional, ninguna persona privada de la libertad puede quedar incomunicada. Ante esto, existe un protocolo para el uso de los equipos y, claramente, este no ingresaba dentro del mismo.
“Para nosotros es inédito, cómo se escondió el celular, cómo fue ejecutado el pozo y el posterior túnel, escondido bajo el piso”, dijo Osuna en declaraciones con UNO Entre Ríos.
