Supone un incremento de alrededor de 200 por ciento con respecto al año anterior, generado por las dificultades que la industria especializada encuentra para aprovisionarse de insumos
Con la llegada de la primavera ha comenzado a progresar la exposición al sol de las personas, de cara al verano próximo y a favor de la suba de temperaturas en ciertos horarios de los días que corren. Pero esa costumbre va a encontrar un obstáculo no del todo previsible, aún con el nivel de inflación que arrasa en el país: para adquirir un protector solar (indispensable para el cuidado de la salud), hay que reunir nada menos que 10 mil pesos, en promedio.
Ese dato fue ratificado por Leonardo Jurado, secretario del Colegio de Farmacéuticos de Rosario. “Es el precio que está manejándose en este momento. Ayer nos reunimos para evaluar esta situación y para consultar acerca de cómo está el mercado de este tipo de productos. El año pasado (para esta época) el precio promedio era de entre 3000 y 3500 pesos”. Un incremento de alrededor de 200% “que no es el únci inconveniente”, avisó Jurado.
“Tenemos problemas también con la provisión. Quien se acerque a una farmacia a comprar un protector va a ver que aún no lo tenemos en stock. Estamos esperando esa distribución y los lanzamientos de las diferentes marcas y diferentes laboratorios para poder tenerlos”, comunicó.
Amén de ser quien expende el producto y no, quien define el precio del mismo, Leonardo ensayó un análisis acerca de por qué se ha registrado semejante incremento: “Hay varias situaciones, además del estado inflacionario. Generalmente, el precio de los protectores se establece a principios de temporada y se mantiene a lo largo de ella, pero no sabemos qué va a pasar este verano. La industria tiene muchas dificultades para adquirir insumo como los sprays, las cánulas que los mismos llevan dentro y los difusores”.
Para que un protector solar cumpla con su función, “hay que medir dos cosas: el tono de piel y para quién está destinado”, explicó el hombre. “Lo ideal, al exponerse al sol, es que miremos nuestro tono de piel para decidir qué factor comprar (mínimo, factor 40) y observar que el largo de la sombra que proyectamos sea igual o mayor que nuestra estatura. Y reponer la aplicación de protector después de tirarnos al agua”.
Fuente: LT8