El ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Marcelo Richard, junto a la secretaria ministerial, Eugenia Mayr, y el director de Hidráulica, Cristian Gietz, trabajaron en el monitoreo y control de las capacidades y operatividad de los sistemas de bombeo de las defensas de las ciudades de Concordia, Concepción del Uruguay, Gualeguay, e Ibicuy ante la crecida del río Uruguay. “Es fundamental estar atentos al estado y funcionamiento de las obras de defensa contra inundaciones que se han construido en aquellas ciudades que sufrían recurrentemente esta problemática”, remarcó el ministro Richard.
En tal sentido, el titular de la cartera de Planeamiento mencionó que “en la provincia contamos con obras que tiene por objetivo mitigar estos eventos en la ciudad de Concordia con la Defensa Sur, la ciudad de Concepción del Uruguay con las Defensas Sur y Norte, la ciudad de Gualeguay, la ciudad de Ibicuy y la defensa en construcción (en su etapa final) de Villa Paranacito”.
En ese marco, los funcionarios evaluaron estas obras, las cuales se han transferido para su operación a los respectivos municipios, y desde la provincia y de forma periódica, se chequea con los mismos las capacidades y operatividad de los sistemas de bombeo de cada defensa, habiéndose efectuado en distintas oportunidades la reparación y puesta a punto de los componentes de las defensas.

Respecto al factor climático, el director de Hidráulica, Cristian Gietz, indicó: “Se prevé que para la primavera y el verano próximo se manifiesten distintos eventos derivados del desarrollo del fenómeno de El Niño. La afectación dependerá de los niveles de precipitaciones que se produzcan en cada lugar, pero probablemente se presenten valores hidrométricos en los ríos principales que superen los valores de aguas medias, los que no han sido superados en los últimos tres años por efecto de la sequía que se instaló en la región”.
La provincia de Entre Ríos estaría sufriendo desde principios de septiembre del presente año manifestaciones del efecto del fenómeno El Niño. Este fenómeno, que comenzó a desarrollarse en el océano en el mes de enero de 2023, consiste en una serie de alteraciones de las temperaturas oceánicas que repercuten en la atmósfera y provocan cambios en los patrones lluviosos de vastas regiones de América Latina. Estas alteraciones son provocadas por el cambio de la temperatura media de la superficie del mar en las partes central y oriental del Océano Pacífico Central Ecuatorial, en las adyacencias a las costas de Centroamérica y Sudamérica.
(Prensa Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios)