El pasado miércoles 23 de agosto se conoció que alumnos de la escuela Renacer y San Roque González de Concordia resultaron uno de los cinco ganadores de la segunda edición de Cansat Argentina, una competencia organizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Ahora, los alumnos tendrán la posibilidad de lanzar las sondas desarrolladas por ellos mismos desde el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), ubicado en la localidad cordobesa de Falda del Carmen a fines del mes de septiembre.
La propuesta del evento nacional reunió a más de 1400 equipos de estudiantes de colegios secundarios de todo el país que debían construir una carga útil cuyo tamaño no supere el de una lata de gaseosa y lanzarla en un cohete. Es allí donde los jóvenes concordienses se destacaron junto a otros cuatro grupos de las provincias de Tucumán, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En la mañana de este viernes, el director de la escuela Renacer, Daniel Díaz, junto a algunos de los alumnos integrantes del proyecto, dialogaron con LT15 comentando sensaciones tras la gran noticia recibida y cómo fue el proceso de construcción del trabajo. “Para todos nosotros es una alegría enorme que los chicos hayan podido participar de esta instancia con toda la dedicación que le han puesto y el esfuerzo que se ha hecho”, destacó Díaz intentando dejar en claro la gran capacidad de los alumnos para avanzar en el proyecto.
Vladimir, alumno e integrante del equipo, por su parte dijo: “Todo empezó cuando lo comentó un profesor. Nosotros ya habíamos participado el año pasado pero no quedamos en los finalistas y nos quedó esa espina. Este año nos propusimos hacerlo otra vez con un proyecto que se dividía en diferentes partes de diseño y programación para presentar y después seleccionaban treinta equipos a quienes les enviaban los elementos necesarios”.
Por otro lado, Benjamín se refirió a cómo fue la división grupal para poder trabajar y avanzar de la manera correcta para así llegar a esta condición de ganadores. “Cada uno tenia su rol en el proyecto pero nos íbamos ayudando entre todos. Siempre tuvimos la ayuda de nuestros profesores, nos fueron orientando más que nada porque al principio no teníamos mucha idea. La misión primaria (del proyecto) es medir temperatura y presión, y la segunda que es propia de cada equipo, nosotros elegimos la contaminación sonora en el Parque San Carlos”.
Finalemente, los alumnos destacaron: “Había veces que dejábamos de lado cosas por trabajar en el proyecto, pero la colaboración entre todos es algo que ayuda y fue algo que los jurados destacaron de nuestro equipo”.